- Texto > Miguel Álvarez
- Fotos > Enrique Faber
Los arenosos fondos de las Islas Canarias son el refugio de uno de los tiburones más amenazados del mundo: el angelote. Tres especies de este escualo (Squatina squatina, S. aculeata y S. oculata) han sido registradas por el Ministerio para la Transición Ecológica en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la categoría de especie en peligro de extinción (la máxima categoría dentro del CEEA), protección que se añade a la ya existente por parte de la Unión Europea. Su nuevo status de protección total incluye la prohibición de matarlos, capturarlos, perseguirlos o molestarlos, la destrucción o el deterioro de hábitat y áreas de reproducción, así como poseer, naturalizar, transportar, vender, comerciar o intercambiar, ofrecer con fines de venta o intercambio, importar o exportar ejemplares vivos o muertos, así como sus propágulos o restos.

Las islas de Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote albergan cuatro áreas de cría del angelote (Squatina squatina), el tiburón más amenazado del mundo, y dos de ellas se encuentran en playas de gran afluencia turística. El hábitat del angelote se extiende por toda Canarias, pero en particular en las cuatro islas más orientales (Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife), por razones que pueden tener que ver tanto con la configuración física de su costa (tienen más extensión de aguas someras), como por su mayor cercanía al afloramiento de aguas profundas ricas en nutrientes que se produce de forma cíclica en la costa africana. Los científicos han identificados tres áreas claras de cría del angelote (la playa de Las Teresitas, en Tenerife; el litoral de Puerto del Carmen, en Lanzarote; y los fondos de La Reserva de «El Cabrón«, en Gran Canaria), a los que podría unirse una cuarta, sobre la que no tienen tantos datos (la costa de Sardina del Norte, en Gran Canaria). Las dos primeras coinciden con zonas de alta presión de turistas en la costa.

Una plataforma creada por la ULPGC ha permitido a los clubes de buceo de las islas notificar todos sus avistamientos de angelotes durante un año, con gran amplitud de detalles (momento, profundidad, tamaño del ejemplar, sexo…). En ese período, 39 buceadores de 22 clubes de todas las islas de Canarias notificaron 678 avistamientos de tiburones ángel, que en más de la mitad de los casos fueron confirmados después por inmersiones del equipo científico del programa Angel Shark.
La participación de los buceadores recreativos ha demostrado ser una herramienta muy eficaz para obtener grandes volúmenes de datos en un área geográfica amplia en muy poco tiempo. El conocimiento y la participación de los buceadores ha contribuido significativamente a este estudio y también ha aumentado la conciencia sobre el estado de este tiburón en peligro de extinción.
