Lichenopora radiata no es más que un pequeño briozoo calcificado con forma de botón, plano, redondeado, con los individuos (o zooides) dispuestos de forma radial, formando hileras. Esta extraña disposición crea unas pequeñas estructuras, apenas visibles para el ojo humano, que parecen salidas de una película de ciencia ficción, y es que la madre naturaleza nunca deja de sorprendernos.
El animal es de color blanco y difícilmente superar los 10 milímetros de diámetro. Esta especie vive en el Mediterráneo y aunque se puede encontrar hasta una profundidad de 50 metros lo más normal es observarlo en zonas menos profundas. Se instala principalmente sobre nuestras praderas de Posidonia oceánica, ocupando parte de sus hojas. También se pueden observar ejemplares sobre algas o rocas.
Lichenopora radiata convive con otras muchas especies que habitan en el mismo micro-ecosistema (las hojas en forma de cinta de posidonia) como ascidias, caracolas, hidrozoos, algas calcáreas, otros briozoos, y un largo etc.



Texto y fotos: Javier Murcia